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Eurocopa 2012: triunfo esperado, revés imprevisto

Daniel Martínez2 de julio de 2012

La victoria de España en la Eurocopa no sorprendió en Alemania, donde la admiración a la campeona se expresó en medio de cuestionamientos a su propia selección, que para muchos perdió el terreno que había conquistado.

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Imagen: AP

En Alemania reina la preocupación luego de la exhibición de contundencia y poderío español, que derivó en un claro triunfo ante Italia en la final de la Eurocopa (4-0), y la prolongación de una hegemonía que ya se extiende a tres grandes torneos (Eurocopa 2008, Mundial 2010, Eurocopa 2012) sin la más mínima muestra de estar alcanzando su ocaso.

Los mismos aficionados y medios de comunicación alemanes, que mientras su selección aún se encontraba en competencia calificaron el fútbol español de “aburrido” y “falto de brillo”, se levantaron el lunes, al igual que el resto de Europa y el mundo, rendidos a los pies de la selección de España, a la que describieron como un equipo “sensacional”, “mágico” y “cercano a la perfección”.

Pero detrás de esa admiración, que no fue expresada abiertamente mientras Alemania parecía estar en capacidad de disputarle el trono a España, se esconde una profunda decepción que ha generado una sería reflexión en torno a lo que sucede con el fútbol alemán, que parece haber perdido su capacidad de ganar títulos limitándose a asumir el papel de gran animador de torneos internacionales.

El equipo español celebra su nueva victoria.
El equipo español celebra su nueva victoria.Imagen: Reuters

El mayor debate post Eurocopa en Alemania lo resumió muy bien el entrenador Felix Magath, del Wolfsburgo. al escribir en un mensaje publicado en la red social Facebook: “en los deportes, para obtener títulos, es necesario tener el férreo deseo de ganar. Cuando alzamos los dos últimos trofeos internacionales, en 1990 y 1996, no sólo teníamos en nuestras filas a grandes futbolistas, sino también a deportistas con mucho carácter y un inigualable espíritu de lucha”

Magath hace eco al sentimiento popular cuando afirma. “un equipo necesita esas virtudes, y sí los integrantes de la selección asimilan que no basta sólo jugar bien, que también se necesita estar dispuestos a dar la batalla, a luchar, entonces podremos ser considerados aspirantes al título en el Mundial 2014. Los aficionados lo dan todo de sí cuando juega la selección, ellos merecen que se obtengan triunfos”.

Repensando la selección

En Alemania se avecinan cambios en el manejo de la selección. La continuidad del entrenador Joachim Löw, pese a que ha sido puesta en tela de juicio, no corre riesgos, pero su trabajo será ahora evaluado desde una perspectiva diferente, mucho más crítica, porque los resultados obtenidos en la Eurocopa causaron fisuras en la confianza que depositaron en él los aficionados, los analistas y los directivos de la Federación Alemana de Fútbol (DFB).

Luego de seis años al frente de Alemania, el balance de Löw podría ser considerado positivo: finalista en la Eurocopa 2008, semifinalista en el Mundial 2010 (derrotado por el campeón España), semifinalista en la Eurocopa 2012, renovación de la plantilla de la selección, integración de jóvenes y talentosos jugadores, transformación de la filosofía futbolística del equipo que rompió un récord internacional al ganar 15 partidos oficiales en serie.

Pero como los títulos no llegan, lo positivo se observa con otros lentes, y a través de ellos, como señala Magath, salta a la vista un equipo con gran potencial, que juega bonito, y carece de virtudes extras que son muy necesarias a la hora de encarrilar los triunfos que tanta nostalgia despiertan en Alemania.

Nuevo balance de fuerzas

Además, la Eurocopa dejó un sólido campeón, y nuevos retadores al trono. Hasta antes de iniciar el torneo europeo, e incluso a lo largo del mismo, parecía como si Alemania hubiera logrado recortar la distancia que le separaba de España, y existía la seguridad de que era la única alternativa verdadera a su poderío.

El balance final, en cambio, es otro: España se afianzó, en solitario, como la máxima potencia internacional del fútbol. Desde la perspectiva alemana no hubo un acercamiento suyo al equipo español, sino que más bien vio surgir competidores directos a su posición: Italia y Portugal demostraron haber dado grandes pasos al frente, Francia e Inglaterra dejaron en claro que están avanzando.

Autor: Daniel Martínez

Editor: José Ospina Valencia